Tuesday, March 25, 2014

Querida rebanada de pastel de chocolate:

Estos tres días a tu lado me han provocado muchos sentimientos encontrados. Cuando te conocí eras un insulto a cualquier intención de pseudo-dieta que pudiera planear. Sin embargo, te di la oportunidad de tenerte entre mi tenedor. Nuestro primer altercado fue al aparentar amabilidad frente al profesor que me había invitado la cena; pidió probarte, mientras probaba mi cordialidad y mi humildad al compartirte, creo que salí bien librada, no perdí la cordura. Me he sentado a tu lado y te he disfrutado poco a poco y de manera muy lenta, cada vez que me siento a probar alimento alguno y dejo un espacio para ti. Tengo que admitir que entre más pequeño te vuelves, más es mi necesidad de disfrutarte en pequeñas, pequeñísimas porciones, pero hoy mi alma se siente devastada, pues sabe que tendrá que perderte. Escribo con profunda tristeza, sabiendo que he de dejarte ir. No espero hacerte sentir mal en estas últimas mordidas, sino todo lo contrario, has sido para mí, una de las experiencias más deliciosas de mis últimos postres; sin embargo no sé si algún día mi paladar podrá superar esas cuatro capas de chocolate amargo, sobre trufa de chocolate y decorado con hojas de chocolate, delicadamente esparcidas a tu alrededor. Has sido para mí, una grata compañía de sobre mesa y con esta carta te digo gracias por hacer mi vida más dulce… adiós. -S-

No comments:

Post a Comment